El mundo podría enfrentar una "guerra comercial" a gran escala si los gobiernos siguen tirando hacia abajo los tipos de cambio para impulsar sus exportaciones, advirtió el ministro de Finanzas brasileño, Guido Mantega, en una entrevista.
Mantenga declaró también al Financial Times que Brasil preparaba nuevas medidas para evitar una mayor apreciación de su moneda, el real, cuyo continuo fortalecimiento amenazaba la economía del país, impulsada por las exportaciones.
"Esta es una guerra monetaria que se está convirtiendo en una guerra comercial", subrayó. Además, el ministro brasileño apuntó a China y Estados Unidos de estar entre los mayores manipuladores.
El ministro de Finanzas brasileño acuñó la frase "guerra comercial" en septiembre, siendo el primer mandatario internacional en reconocerlo abiertamente. Entonces se sucedían una serie de intervenciones de los países desesperados por mantener bajo el valor de sus monedas, lo que volvía más atractivas sus exportaciones. Entonces también advirtió sobre las consecuencias para los precios.
Mantenga dijo que Brasil plantearía la cuestión de la manipulación de tipos de cambio ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) y otros organismos mundiales, acusando a China y a Estados Unidos de estar entre los peores infractores.
"Tenemos excelentes relaciones comerciales con China... Pero hay algunos problemas", dijo Mantega. "Por supuesto, nos gustaría ver una revaluación del yuan", indicó.
Vuelco en el comercio con EEUU
El comercio de Brasil con Estados Unidos ha caído de un gran superávit anual a favor de Brasil a un importante déficit debido a la relajada política monetaria estadounidense de los últimos tiempos, señaló Mantega.
Sus comentarios se dan después de que el Banco Central de Brasil diera el jueves dio un paso sorprendente con el objetivo de impedir que los bancos adopten posiciones especulativas que hacen que el real siga subiendo frente al dólar.
La fortaleza del real, que ha visto más que duplicarse su valor frente al dólar en los últimos ocho años, es un motivo de gran preocupación en Brasil.
Es uno de los primeros retos que enfrentará el nuevo gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, quien asumió las riendas de la mayor economía de América Latina de manos de Luiz Inacio Lula da Silva, el pasado primero de enero.
Fuente: eleconomista.es
--Daniel Escobar
EES
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